Historia

GESTACION DE COLONIA BOSSI
Estas tierras que eran propiedad de Manuel Regunago, Zenón Pereira y Emilio Ortiz fueron compradas el 11 de Setiembre de 1886 por Antonio Agrelo, Ruggero Bossi y Francisco Goncalvez.
Los campos que estos poseían en territorio santafecino, compuesto de treinta leguas cuadradas y que lindan al Norte con el Banco Colonizador Nacional, por el Este con Pedro Palacios, por el Sur con Cristiani y la provincia de Córdoba y por el Oeste con campos fiscales, el 16 de Abril de 1891 venden en lotes o fracciones en los precios, plazos, formas de pago, pactos y condiciones que juzgaban convenientemente con cada adquiriente.
En 1892 tras haber adquirido tierras, quien era el administrador de Agrelo, Bossi y Goncalvez, el Sr.  J. Bernardo Iturraspe efectúa una presentación oficial ante el gobierno, solicitando la aprobación de la traza de la colonia y pueblo que se llamaría Colonia Bossi, ofreciendo donar los terrenos necesarios para plaza y edificios públicos, iglesias, escuela, juzgado de paz, hospital, cementerio, lazareto y plaza pública, acogiéndose de esa manera a la ley del 6 de Diciembre de 1887 que estipula la eximición de impuestos de contribución directa y de patentes por el término de tres años.
Por resolución del 17 de Noviembre de 1892, el Superior Gobierno de la Provincia de Santa Fe aprueba el trazado del pueblo Bossi de acuerdo al plano presentado.

JUAN BERNARDO ITURRASPE  - SU FUNDADOR

Juan Bernardo Iturraspe nació en Santa Fe el 30 de Julio de 1847 de la unión de José Iturraspe y Carmen Freyre. Dado que su familia se había trasladado a Esperanza, cursó la primera parte de sus estudios primarios en la primera colonia agrícola. En el año 1859 sus padres resuelven enviarlo como alumno interno al colegio de la América del Sud de Buenos Aires donde concluye sus estudios primarios, el ciclo secundario lo comenzó en el colegio Inmaculada Concepción, los que luego continuó en el Colegio Monserrat de Córdoba, alentado por sus padres a seguir la carrera de derecho, la que no concluyó para dedicarse a los negocios.

Tras estar un tiempo radicado en Uruguay con una casa de carretejas y cambios regresó a Esperanza para, ponerse al frente del molino harinero de su padre, oportunidad en la que cosecha amplios conocimientos en el rubro. Aprovechando la ley del 19 de Octubre de 1876 Iturraspe comienza a fundar varias colonias en la provincia de Santa Fe y Córdoba, entre ellas funda a Colonia Bossi en 1892. Iturraspe ocupa la gobernación de Santa Fe en el año 1898 restaurando el crédito, el orden y la confianza, finalizado su mandato se radica en San Francisco para proseguir con el molino harinero. Trasladado a Buenos Aires para su atención médica fallece el 25 de Abril 1906 en horas de la madrugada, sus restos descansan en la ciudad de San Francisco.

LOS QUE  LA HABITARON EN LOS PRIMEROS TIEMPOS
La naturaleza de un territorio tiene una influencia muy marcada sobre los individuos que habitan en él, es por ello que los indios que habitaron esta zona debieron necesariamente dedicarse a los dos únicos recursos que podían proporcionarles lo elemental para vivir: la caza y la agricultura.
El medio ambiente no sólo influyó en la manera de vivir y alimentarse. Como no tenían necesidad de defenderse del frío, las ropas eran livianas, tampoco debían soportar los calores de la zona chaqueña, ni el frío de la región patagónica. Los adornos eran de acuerdo a lo que la región les podia proporcionar: hueso, madera, cuero y plumas.
 El algarrobo, chañar y las tunas que forman parte de la flora de esta región fueron base de la alimentación vegetal conjuntamente con el maíz, poroto y zapallo. Las bebidas fermentadas que fueron gustadas por muchas tribus indígenas eran hechas a base de algarrobo, chañar, maíz y tunas.
La caza constituyó el principal recurso para alimentarse, los arcos, flechas, lanzas, macana y boleadoras, armas principales; fueron una eficaz ayuda, especialmente estas últimas para bolear avestruces (fauna: ñandú, chajá, cigüeña, chuña, vizcachas).
Las viviendas eran toldos, las hacían con palos clavados en el suelo y que cubrían con ramas y pajas para formar el techo.


Los caballos salvajes, una vez domesticados, sirvieron para acompañar a los indios en sus correrías en busca de alimentos. Es de notar como estos indios cuidaban a sus caballos, pese al carácter salvaje que poseían; parecían vislumbrar ya la importancia que este tendría en el porvenir, por la ayuda que podría prestar al hombre.
En cuanto al ganado vacuno, al sacrificarlos en medio del campo, elegían las mejores presas junto con el cuero, para dejar  abandonado el esqueleto, fácil presa de chimangos y otros animales de la zona. La carne la comían cruda, de esta manera  no tenían necesidad de prender  fuego para cocerla.
La Sra. María Vda. de Milanese, en el  año 1942 tenía 87 años y contaba que al llegar ellos a esta región los indios se iban retirando. Era tan reciente la estadía de los aborígenes que era  frecuente encontrar lanzas y restos de utensilios  y otras armas indígenas.




Al llegar la familia Milanese a esta Colonia, casi todo el territorio estaba cubierto de chañares, ñandubay y quebrachos, mientras que en las partes bajas existían muchos tacurúes (hormigueros elevados que cubrían el campo).
Había partes de tierras vírgenes, en los primeros tiempos los campos fueron empleados para pastoreo y con la llegada de nuevos colonos se fue sembrando alfalfa, maíz y lino.


Aproximadamente en el año 1890 fueron destacados unos puesteros en los campos del Sr. Iturraspe, siendo de origen criollo Martín Vega, Genaro Giménez, Bautista Formero, Benito Álvarez.
Los primeros pobladores de la colonia fueron Esteban Macario y Santiago Bobbio. El Sr. Juan Bernardo Iturraspe, dueño de los campos que la forman, les donó una cuadra de tierra en la que levantaron un negocio. Alrededor del año 1890 vinieron a colonizar nuevas familias; Fiorenzo Capella, José Milanese, Hnos. Dotto., Enrique Burghes y Juan Scotto. En el mismo año llegaron varías familias de nacionalidad italiana a las que llamaron “la Línea de los rusos” porque para estar más unidos construyeron sus casas una seguida de otra y que luego, dado que los administradores les exigían mayores primas de arrendamiento, se vieron obligados a emigrar. Cipriano Collado, de origen español, era el administrador de la colonia, quien estaba al servicio de Itunaspe en el tiempo que emigraron los colonos italianos.
Atilio Manginni (italiano) dirigía los intereses del dueño de estas tierras. De este señor los vecinos guardan un recuerdo muy bueno, de carácter bondadoso, que supo ganarse el respeto y la simpatía de las personas que lo rodearon.
A uno de los más antiguos pobladores, José Milanese, le fue cedido de parte de Iturraspe nueve concesiones de tierra, cada una de las cuales medía 25 hectáreas.
Poco a poco las tierras hostiles, los campos llenos de tacurúes, fueron transformados en fértiles llanuras sembradas de trigo, lino, maíz y alfalfa por los primeros pobladores: José Airando, Mateo Sobrero, Nicolás Airaudo, Nicolás Visconti y Ángel Cattaneo y Sra.






Podrían existir otras familias como primeros pobladores pero por carecer de documentación se desconoce tal información.